¿Y qué debo hacer?

Cuando una persona deposita en ti su confianza es como si te diera las llaves de su casa

 

Cuando una persona deposita en ti su confianza es como si te diera las llaves de su casa. Se acerca a ti y te dice, haz lo que quieras. Me gustaría que fueras libre para crear lo que quieras.

Esa fue la premisa con la que se acercaron Jose y Eva de Sabotaje Teatro para pedirme que colaborara en su proyecto escénico Was Soll Ich Tun?, traducido del alemán por “¿y ahora qué debo hacer?

Cuando le pregunté a Jose (Jose Antonio Fuentes, foto arriba) qué significa su obra me contesto con una palabra: DESOLACIÓN. Yo podría añadir que su obra es IMPLACABLE. La desolación es implacable. Es como quitarnos el sol y la luz que nos hace brillar. Sin sol no tenemos nada. No plantas, no vida. Piensa en un campo desolado. Un campo de batalla tras la batalla. No hay nada. Como en la famosa fotografía de Roger Fenton. Solo muertos y restos de proyectiles, aunque en la imagen retiraran previamente los cadáveres para no herir sensibilidades.

La desolación nos hace estériles por condición y nos condena a la agonía. A una lenta y juguetona agonía, como el ratón que da vueltas en su jaula y en cada vuelta se hace más viejo pero más hábil. Hábil para soportar la agonía.

 

Eva Libertad. Codirectora de Sabotaje Teatro. © David de Flores. La Cámara Roja

 

Pero Eva, codirectora de la obra, también habló de que esta obra es AMOR. Amor, que nos mueve a pesar de la desolación. Es nuestra luz cuando nos quitan el sol. Es la materia viva que crece dentro de nosotros. Amor, que nos agita y nos da el aliento necesario para seguir existiendo. El amor de una madre, el amor de un hijo, el amor de una hermana, amor de un hermano o de un padre, el amor de un amigo o del desconocido que se conmueve por tu dolor.

Hoy he tenido la suerte de presenciar ese amor y esa desolación de la que me hablaron Jose y Eva. Una creación implacable, una puesta escena de emoción y rabia. Un canto a la condición humana. Sin alardes ni parafernalia escénica, tan sólo la experiencia desgarradora del otro, del que no se ve, del que casi nunca tiene voz, de los que vienen a quitarnos el trabajo y a nuestros maridos, la voz de los moros, de las sudacas, de los negros y negras de ahora o de nuestras abuelas jornaleras, con verdades sufridas día a día. Was Soll Ich Tun? podría ser un ajuste de cuentas, pero no lo es, no porque falten las fuerzas ni los motivos, sino porque el enemigo es demasiado grande e invisible. Está en nosotros mismos.

 

Was soll ich tun? ©David de Flores. La Cámara Roja

 

A estas alturas ya no voy a decir que sí soy de izquierdas y mucho menos de derechas. Soy de los que piensan como Thoreau de que el mejor Gobierno es el que gobierna menos, porque la solución no está en esperar a que llegue el príncipe azul a salvarnos. La solución somos nosotros y, sobre todo, nuestra actitud.

Que somos esclavos del capital y el poder no es algo nuevo, ni siquiera su denuncia es transgresora, incluso pasada de moda en estos tiempos que parece que no va con nosotros. Pero es hoy, como ayer y mañana cuando seguimos siendo esclavizados, al trabajar 14 horas por un salario miserable.

El capital desplaza a millones de personas de sus confines en busca de migajas que echarse a la boca. El capital continúa contándonos los segundos en los que nos ausentamos de nuestro puesto de trabajo para descontarlos al final de la nómina. Todo esto es y existe aunque nos hayamos hábilmente acostumbrado a soportarlo. A creernos que tiene que ser así, porque no hay otra.

Y que tenemos en Was Soll Ich Tun?. Una carta, unos pensamientos y un homenaje a una madre. Tenemos la experiencia de buscarse la vida en un mundo ajeno, las miradas clavadas en el cogote y la humildad que nos han enseñado a base de palos generación tras generación. El pan hay que salir a ganarlo cada día, como las vidas que se retuercen al sol cogiendo lechugas por 3 euros la hora.

 

Was soll ich tun? ©David de Flores. La Cámara Roja

 

Conmover no es lo que pretende la obra a alguien que como tú y yo hemos crecido con muchas posibilidades a nuestro alcance: hogar, cuidados, educación y manutención.

Sino todo lo contrario.

Arrebatarnos de nuestro cómodo sillón

Despertarnos de nuestro desapego emocional salvaje

Tambalearnos

Gritarnos

¡AYUDA!

 

 

Amor, humor y respeto

 

(…)

 

PD: Podéis ver la obra de Was soll ich tun?, el próximo jueves 9 de enero en el Teatro Circo de Murcia

Y aquí podéis ver el teaser de la obra que nos encargaron:

 

 

 

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