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Ella y sus hermanos no querían hacerle el típico regalo. Habían decidido que era la hora de huir de los perfumes, cremas, libros o pijamas y currárselo un poquito más esta vez.
¡Teníamos un plan! Haríamos un retrato de los tres hermanicos, pero no buscábamos cualquier retrato, tenía que ser un retrato sincero.
¿Y eso que es? os lo cuento right now! Es una fotografía donde la persona no se sienta alterada/condicionada por la cámara que tiene justo delante apuntándole.
¡Pero eso es muy difícil! pensaréis. Y lo cierto es que no es nada sencillo y que por ello cada foto es un reto en si misma. Y esto a su vez es lo que hace bonito, adictivo y novedoso trabajar retratando a personas.
Que el retrato sea sincero no significa que ser por ello serio, siempre he preferido la palabra sereno.
Y eso si, que sea honesto. Lo cual exige que la risa también lo sea. Como en esta fotografía de Lola y sus hermanos, una risa real y compartida.
Aunque personalmente me gusta trabajar con el semblante relajado de cada persona a la que retrato. Cada encargo es diferente, como lo es el motor que activa la previsualización de la imagen en mi cabeza.
Y ese motor de búsqueda siempre es la empatía.
En este caso en concreto con la mamá de Lola, quién recibiría la fotografía que eligiésemos de sus tres hijos montada en madera para ocupar un lugar de honor en el salón de casa.
Pensé en como me gustaría a mi tener esa imagen de ellos 3 y decidí que debían de ocupar un espacio similar, que la fotografía casi se tendría que poder doblar por el centro y ser paralela. (eso nos llevó un ratito porque xxx es altísimo y quería que estuvieran a la misma altura pero también cómodos)
Una vez salvado este pequeño inconveniente, tocaba trabajar con ellos. Como buscábamos una sola foto, yo les propuse hacer 2, una más tranquila y otra más divertida. Les pedí por favor que huyéramos de ¨la cara de foto¨ ya que esta vez buscábamos algo diferente.Y Para ser completamente sincera me costó bastante retratarlos relajados y naturales, pero no hacerles reir, eso fue mucho más fácil.
Y poniéndome en el lugar de su madre, pensé que la imagen que ocupara ese espacio en casa debía de ser alegre y amable. Que eso sería lo que a ella más le iba a gustar y a emocionar. Al fin y al cabo se trata de eso, de buscar siempre la emoción.
Y bueno os tengo que decir que ¡lo conseguimos!
Tras el cumple Lola nos decía lo siguiente:
Un millón de gracias a ellos por elegirnos para emocionar.
Y si tú ya sabes a quien quieres emocionar, es sencillo, escríbenos y nos ponemos manos a la obra para trazar esa sorpresa.
Prometemos sorprender e iluminar!
Va a ser muy guay! 🙂
fotografia estudio // fotografia familiar // fotografía murcia // la camara roja // murcia // retrato // silvia marte
La experiencia junto a Silvia y el resto del equipo fue estupenda y la
recordamos con mucho cariño. Disfrutamos mucho de la jornada y nos
hicieron sentir realmente cómodas durante todo el shooting. Lo que más
nos gustó fue esa naturalidad con la que nos iban guiando, se nota que
les gusta su trabajo y saben lo que hacen. Fue un ensayo perfecto e
inspirador para nuestra boda real unos cuantos meses después. ¡Gracias
por regalarnos ese día tan bonito!
Yo me casé en 2012 y mi decisión fue unánime para elegir como fotógrafo a La Cámara Roja por su frescura, creatividad, diferencia, originalidad y seriedad. Lo recomiendo 100%, si volviera a casarme no lo dudaría. Estoy fascinada por su trabajo y como puede expresar sentimientos en tan solo una imagen.
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