davidcamararoja
La fotografía terapéutica y el equilibrio emocional
En muchas ocasiones ya lo he dicho. La fotografía me cambió la vida. No sólo es el medio que utilizo para ganarme la vida sino es el universo en el que hemos construido nuestra vida. Todo o casi todo de nuestro día a día tiene relación directa o indirecta con la fotografía. Nuestro trabajo, nuestras vacaciones, nuestros sueños, nuestros problemas. Cuando digo todo, es todo.
Pero hoy no os voy a contar como la fotografía cambio mi vida, sino como utilizo la fotografía para alcanzar el equilibrio emocional, es decir, armonizar lo que viene de fuera con lo que tengo dentro.
Ya sabéis que en La Cámara Roja, tanto Silvia como yo, somos autónomos y somos pareja y somos cabeza de una gran familia. Quién tenga un negocio a medias con su pareja ya sabe de lo que hablo. Quien tenga hijos pequeños en casa ya sabe de lo que hablo. Hay momentos maravillosos pero también hay días en que llega el fin del mundo. En fin, que os voy a contar, un desastre, como suele ser natural, pero un desastre precioso.
El día a día en estos tiempos que nos ha tocado vivir es intenso. Tenemos varios cientos de kilómetros de trincheras excavados bajo nuestra escuela de fotografía de La Cámara Roja y en estos casi 14 años que cumpliremos pronto, hemos abierto varios frentes, perdidas y ganadas unas cuántas batallas. Pero lo que se dice la guerra, esa la ganamos todos los días, porque la fotografía es nuestra pasión y nos enamora a cada instante y eso solamente, ya nos da parte de las alegrías que necesitamos para la vida.
Realmente, ese es el gran secreto para ser feliz con lo que te dedicas, pero aún asi, hay días que con todo lo que te pueda apasionar una cosa, puedes terminar perdiendo los nervios y mandarlo todo a la porra. Para esos días tan revueltos, es necesario mantener la calma y conseguir el equilibrio o la paz que necesitas para poder desarrollar tu trabajo.
Como la fotografía te puede ayudar
Hoy todo el mundo habla de la salud mental, parece que es lo que toca, pero lo cierto es que estamos tan metidos en la rueda impuesta de la vida que pasamos por alto que nuestra calidad de vida está muy deteriorada, sobre todo porque no tenemos en cuenta nuestra salud mental y es un aspecto fundamental de nuestro bienestar general.
En un mundo cada vez más caótico y estresante, es crucial encontrar un medio para mantener el equilibrio emocional. Yo en principio esto no lo sabía, pero hay suficientes evidencias científicas que certifican los beneficios incuestionables de la fotografía para calmar, por ejemplo la ansiedad. Os voy a hablar sobre todo desde mi experiencia:
La Fotografía es mi medio de expresión
La fotografía me ha dado la oportunidad de expresarme de una manera única y no verbal. A mi me cuesta mucho, supongo que como a todas, expresar con claridad algunas ideas de tipo emocional. Hay veces que tengo un problema o algo me inquieta y no sé como expresarlo, como gritarlo, como sacarlo a la luz. La fotografía me permite hacerlo, fotografiar algo que de alguna manera evoca mi preocupación y cuando la fotografío y la veo, la hago posible, la visualizo y el problema deja de ser un problema de mi imaginación y es un problema al que puedo ponerle nombre, o por lo menos, le puedo asignar una imagen y me es más sencillo abordarlo.
Por otro lado, cuando hago una foto, estoy compartiendo mi punto de vista con el mundo sin necesidad de palabras. Solo con imágenes, doy voz a mis pensamientos y mis sentimientos más profundos y, en la mayoría de las ocasiones, es como una forma de liberación, de soltar peso.
La fotografía es estar en el presente
Hay veces que estoy muy disperso. Ya sea por el trabajo, por los encargos o por la vida familiar, los peques o lo que sea, pero hay veces que no consigo enfocarme realmente en lo que necesito hacer para seguir adelante. Es entonces, cuando necesito salir a fotografiar.
El proceso de tomar una fotografía me ayuda a enfocarme en el presente, a observar lo que me rodea buscando un detalle relevante que me ayude a contar lo que quiero contar.
La fotografía me exige atención plena en lo que tengo delante, en mi mismo y en definitiva, en el presente. Es una sensación muy similar cuando fotografío a la que suelo experimentar cuando he hecho yoga o meditación. La fotografía me ayuda a calmar el ruido de mi mente y, por tanto, a estar tranquilo y en calma, algo que necesito para descargar toda la intensidad del trabajo, por ejemplo.
Una forma de vivir(recordar) el pasado
Mis alumnos saben que mi gran tema fotográfico, aparte de la ecología y la conservación de la naturaleza, es mi familia. Desde que nació Lucia, hace ya casi 17 años, estoy contando nuestra historia y cada foto que hago es como una frase de esa historia.
Y algo que he comprendido recientemente, desde que empecé el proyecto “Diario de un Viaje” es que cada imagen que hacemos puede contar una historia, pero que esa historia depende de como nos la contemos a nosotros mismos y del momento en el que nos encontremos.
En este proyecto, básicamente cojo mis fotos analógicas de familia en blanco y negro y las pinto de forma manual, pero sin seguir el orden realista de los representado. Es decir, lo que me propongo con cada imagen o cada foto, es reinterpretar o revivir el momento en el que hice la foto y voy creando un universo en cada una de ellas.
Lo que suelo decir, es que cada foto es blanco y negro es tan solo eso, una foto de familia en blanco y negro, pero las imágenes ya intervenidas y pintadas son algo más, son verdaderamente para mí un auténtico recuerdo, que la(mi) memoria ha construido y reinterpretado en un proceso que me ha llevado a revivir lo pasado pero sintiéndolo en un momento presente.
Lo que he comprobado con este proyecto, es que cuando miramos hacia atrás a través de nuestras fotos, vuelves a revivir esos momentos, emociones y experiencias. Pero al hacerlo, puedes incluso cambiar el signo del recuerdo y eso, para mí está siendo muy terapéutico.
La creación de la historia visual de mi familia a lo largo del tiempo me está permitiendo reflexionar sobre nuestras vidas y sobre el rumbo que vamos tomando, lo que me ayuda a descubrir nuevas perspectivas sobre nosotros mismos.
Toda fotografía es Creatividad
La creatividad no es solo hacer una foto de un burro volando. La creatividad fotográfica no creo que se refiera a un estilo o tipo de fotografía, sino más bien a una actitud. La actitud de querer encontrar una forma única de fotografiar.
Para mí, hacer fotografía supone enfrentarse a problemas. Problemas técnicos de como medir la luz, por ejemplo, de qué objetivo emplear, de como componer, de donde colocar la cámara, y, sobre todo, de que es lo importante a fotografiar para contar lo que quiero contar.
La creatividad tiene que ver con la resolución de problemas y por eso digo que la fotografía creativa es una actitud. La actitud de querer resolver los problemas de una forma particular, la de cada uno.
Por eso, la fotografía me desafía a ver el mundo desde múltiples variables y esto, lejos de ser un problema, es lo que hace del medio algo apasionante, e incluso divertido, por eso la fotografía me ayuda a sentirme feliz y vivo, porque cada foto, siempre puede ser un reto, algo diferente que te haga sentir especial.
La Fotografía y conocer a personas
Una de las grandes cosas que ha hecho por mi la fotografía, ha sido la de compartir mi mundo con otras personas que, al final, se han convertido en amigos y conocidos que me han aportado grandes cosas. Para mi, la fotografía ha sido, en algunas ocasiones, la excusa y un punto de partida para conocer a grandes personas o escuchar grandes palabras que me han guiado en algún momento.
Compartir un afición, un interés común, una visión, son motivos más que suficientes para sentirte parte de algo y encontrar a personas con las que poder tener una conversación que nos saque de nuestras rutinas diarias.
La fotografía como camino
No lo puedo decir todo en un solo post, hablaré más adelante sobre ello, pero lo fundamental que tiene para mí la fotografía es el hecho de que me posiciona en un punto en el mapa, en unas coordenadas geográficas, emocionales e históricas que, cuando lo necesito, me cuenta quién soy si estoy algo confuso o perdido.
La fotografía me marca un rumbo, una dirección o simplemente me presta una brújula para saber donde tengo que ir o desde donde tengo que volver. Es maravillosa, no puedo decir otra cosa.
Planteo mi vida con proyectos a realizar, algunos se pueden llamar sueños o deseos o simplemente cosas que quiero hacer. Muchos de esas cosas tienen que ver con la fotografía: visitar un lugar especial con mi familia y que quiero fotografiar; o con contar una historia determinada; pasar un día en el campo o perder una tarde enfrente del mar.
En todos esos sueños y cosas que me mueven, siempre hay alguna cámara muy cerca de mí.
Por si no ha quedado claro…
Después de todo lo que he contado, creo que puedo más que recomendar a cualquier persona que no lo haya hecho ya, que la fotografía es una herramienta muy valiosa para crear, expresar y conocer, pero que también es un medio que te puede ayudar en este mundo que nos toca vivir y que, a través de acciones como la expresión, la atención plena, la creatividad o el hecho de compartir una afición con otras personas, la fotografía es un medio excelente para mejorar nuestro bienestar emocional.
Así que, ¿por qué no coges una cámara y empiezas a conocer el mundo a través de tu mirada y me lo cuentas?
A mi me encantaría verlo y si te atreves, pincha en el botón o rellena el formulario siguiente donde puedo ayudarte si lo necesitas.
Amor, humor y respeto