A Elliot Erwitt (1928) parece que la vida le ha tocado con la mano de la fortuna. Hijo de inmigrantes rusos, pasó su infancia dando tumbos entre Italia y Francia hasta que su familia decidió viajar a Estados Unidos, donde finalmente se quedaron. Con veinti-y-pico años y con motivo de la segunda guerra mundial, empezó su carrera como fotógrafo durante su servicio militar, realizando reportajes en Francia e Italia.
Al poco tiempo, tuvo la suerte de encontrarse con 3 grandes de la fotografía como Edward Steichen, Robert Capa y Roy Stryker, que a la postre se convertirían en cruciales valedores del mismo. Precisamente, fue el propio Capa quien lo invitó a formar parte de Magnum.
La historia de Elliot Erwitt
15 años más tarde sería nombrado presidente de la misma. Y desde entonces se ha convertido en uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX, y aún sigue dale que te pego.