Nuestra filosofía no se puede basar en reducir la fotografía a saber cómo funcionan los mecanismos de una cámara sería lo mismo que decir que el arte de ser un buen escritor se limita a saber emplear correctamente las reglas gramaticales de una lengua. Por eso, la fotografía no trata solo de habilidades técnicas.

Y es que el aprendizaje no debe ser solo de números y definiciones. El aprendizaje tiene que ir más allá. Debemos aprender a ver y a comprender. A sentir y expresar nuestras emociones, sentimientos e ideas con nuestra cámara.

Para nosotros es muy importante como se aprenden las cosas, entendiendo que la experiencia es la parte más importante del proceso.

Nuestra formación se basa en el desarrollo de 3 ejes fundamentales como son la creatividad, la técnica y el sentido crítico de nuestros alumnos.

Crear implica el desarrollo de nuestra voz interior, expresando su particular punto de vista acerca de las cosas y donde cada alumno podrá hablar de sus ideas, sentimientos y emociones, creando sus propias obras.