La historia con Alicia y su bonita familia es realmente especial.
A ellos les he acompañado en el estudio mientras Alicia le pedía matrimonio a Pedro, para lo que fui la mejor de las cómplices.
Y cuando supieron que vendría Olivia me pidieron retratar esa dulce espera como también acompañarles en el momento del parto. Y es que cuando estoy con ellos me siento como en casa.
Y allí comenzó la tarde en la que Ciro me presento ademas de a todos sus juguetes a sus hermanas caninas Blanca y Dora, que también querían estar presentes en esta parte de la historia familiar.
Me gustó especialmente documentar su vida en casa, elegir un fondo neutro para hacer unos retratos más limpios y lo mejor de lo mejor terminar cerquita del mar con las últimas luces del día en un lugar especial para ellos.
Me gusta mirar a Alicia en estas fotos porque veo muchas cosas. Veo fuerza, belleza, dulzura, también vértigo.
Un embarazo es un momento único e irrepetible en la vida de una mujer y de una familia y es un auténtico honor poder estar tan cerquita para recoger toda la energía que se mueve en torno a esa nueva vida.
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