Rosario cumplía 40 años y en la fiesta sorpresa que su marido Miguel le montó, sus mejores amigos del alma le regalaron una sesión de fotografía familiar.
Ellos la conocen muy bien y saben que a Rosario le apasiona la fotografía y es por eso que al final nunca sale ella en las fotos, ya que suele ser la encargada de inmortalizar los momentos únicos. ¿A quién más le suena esto?
Un día nos escribió contándonos que una mamá del cole le había hablado muy bien de nosotros. Y a eso le siguieron un par de cambios de fecha debido primero a las lluvias y después a alguna gripe.
Por fin llegó el día perfecto, comenzaba la primavera y pasamos la tarde juntos en Jumilla primero en los alrededores del Convento de Santa Ana y luego en un campo de cerezos en flor con el que despedimos la luz del día.
Como podéis ver compartimos con Carmen y sus papas una divertidísima tarde de juegos que recordaremos para siempre.
Para ver la sesión completa tienes que pinchar aquí.
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Estamos encantados con el resultado, Silvia es encantadora, nos sentimos muy cómodos con ella y supo ganarse a Carmen rápidamente (y es dura de roer) recomendable 100% repetiremos seguro!