“Nuestra experiencia con ellos empezó en el 2015 cuando nos acompañaron en el día de nuestra boda. Fue un placer contar con su compañía desde los momentos de peluquería y maquillaje, pasando por el rato en casa con los amigos y la familia y ya el colofón en la iglesia y en la posterior celebración. Tienes la sensación de estar entre amigos ya que todo lo que hacen es tan cercano que de verdad parecían unos invitados más junto al resto de amigos y familiares. La confianza, la profesionalidad y el buen rollo que nos dieron David y Silvia fue total. Siete años después y con dos retoños de por medio nos hemos vuelto a poner en sus manos para tener unos retratos bonitos y sinceros de lo que está siendo la maternidad y paternidad para nosotros. No podemos estar más ilusionados con el resultado y estamos seguros que también será un pequeño tesoro para nuestros niños cuando crezcan y vean nuestras fotos de familia. En definitiva, un placer y esperamos que nos sigan acompañando durante muchos años mas.”